Bioestimulantes; para una agricultura sostenible
Los bioestimulantes son productos destinados a la agricultura que contienen microorganismos beneficiosos y/o elementos que, aplicados a las plantas, ya sea mediante aplicación foliar ó a suelo, facilitan una mejor absorción radicular de nutrientes y son capaces de inducir la resistencia sistémica de las plantas frente al ataque de agentes patógenos y frente a situaciones de estrés biótico y abiótico.
Algunas cepas de bacterias son PGPR (Plant Growth Promoting Rhizobacteria) y colonizan las raíces de las plantas beneficiándolas potenciando su crecimiento y mejorando su resistencia frente al ataque de enfermedades al tiempo que estimulan un mayor desarrollo radicular.
Ejemplos de PGPRs que ya se usan en agricultura sostenible son cepas concretas que han sido aisladas de Bacillus subtilis, Bacillus amyloliquefaciens, Bacillus licheniformis, Bacillus pumilus, Pseudomonas fluorescens, etc.
Algunos tipos de hongos como la Trichoderma harzianum, Trichoderma viride y Trichoderma saturnisporum entre otras, han demostrado ser bioestimulantes por su acción de control biológico sobre determinadas enfermedades del tipo fusarium, rhizoctonia, phytophtora e incluso nemátodos.
Otros productos bioestimulantes son micronutrientes del tipo levaduras, extractos de algas, ácidos húmicos y fúlvicos, aminoácidos, chitosán, etc, que pueden en ocasiones ser formulados junto a PGPRs para potenciar aún más su acción.
Los bioestimulantes aplicados en agricultura se consideran tratamientos de residuo cero y ofrecen una alternativa ecológica sostenible a los tratamientos químicos convencionales.
Ante el vacío legal de una normativa europea comunitaria para este tipo de tratamientos de campo, empresas del sector de la agricultura defienden la necesidad de una normativa específica para estos productos bajo las representación del EBIC (European Biostimulants Industry Council).
Arysta Lifescience, Atlantica Agrícola, Bayer Cropscience, Groupe Roullier, IAB, Tradecorp, Monsanto, y un largo etc. hasta alcanzar la cifra de 52 son los miembros que forman parte del EBIC.
A todos ellos, y por el interés de la agricultura les deseamos buenas prácticas y una pronta legislación europea para sus productos bioestimulantes.